Leía en la revista Pasajes de Diseño, en un reportaje dedicado a la edición de este año de Design Indaba, cómo Edelkoort contaba cómo el gris va a ser el color del futuro.
Li Edelkoort pronostica tendencias, es editora y tiene su residencia en Paris, fundadora de Trend Union, esta empresa pionera de análisis de tendencias, ahora cuenta con una cartera de 1.500 clientes. Ha sido presidenta de la Design Academy de Eindhoven durante diez años (1998-2008) y a traves de la asociación Heartwear, de la que es cofundadora, promueve la continuidad de la artesanía en Marruecos, Benín, Sudáfrica...
Ella que hace "arqueología del futuro" argumenta que el gris será el color símbolo de lo que viene, que no es el momento de tener o expresas opiniones fuertes, que es tiempo de consenso y respeto, de unión y cooperación. Que incluso Obama es símbolo del gris porque es hijo de una mujer blanca y un hombre negro. Su idea es que además de hacer diseño de cooperación, de mezcla, de fusión, debe hacerse narración del diseño, que debemos contar cuentos, para que el diseño se convierta en popular.
No puedo hacer más que sentir miedo ante esta predicción, ¿vamos a convertirnos entonces en personas grises? Me da miedo que eso signifique, que no dejemos de optar por un camino claro por algo por lo que sintamos convicciones, por miedo a ser demasiado tajantes, que seamos tan respetuosos con los demás que pasemos por alto cosas intorelables, en fin, que nos convirtamos en personas a medias, en que ni sí, ni no, ni todo lo contrario, que no seamos radicales en cosas con las que sin lugar a dudas debemos serlo. Confío en que Li Edelkoort no quería darle ese significado al gris, pero no puedo negar que me alarmé.
Todos los días en la oficina luchamos por no convertirnos en personas grises en una oficina gris, donde los muebles son grises, los trajes son grises y las miradas en ocasiones también tienen cierto brillo ensombrecido.
Todos los días intentamos conseguir que nos sigan asomando sinceras sonrisas a los labios, que no se nos nuble el ingenio y que no todos los días nos parezcan iguales. Intentamos luchar contra un ambiente gris...
Señora Edelkoort, por favor, no nos diga que el futuro va a ser gris, permítanos imaginar un futuro de colores.