sábado, 15 de enero de 2011

¿Quién es contemporáneo? ¿Lo eres tú?


Es difícil definir en estos momentos lo que es ser contemporáneo. El filósofo italiano Giorgio Agamben nos dice que la contemporaneidad es esa relación singular con el propio tiempo, que se adhiere a él pero, a la vez, toma distancia de éste. “Aquellos que coinciden completamente con la época, que concuerdan en cualquier punto con ella, no son contemporáneos pues, justamente por ello, no logran verla, no pueden mantener fija la mirada sobre ella”.

Ser contemporáneo comporta cierto desfase, alega Agamben. “Todos los tiempos son, para quien experimenta la contemporaneidad, oscuros. Contemporáneo es, justamente, aquel que sabe ver esta oscuridad y que es capaz de escribir mojando la pluma en las tinieblas del presente”.

Para el escritor Álvaro Bermejo, “ya nadie duda de que el ciberespacio y las tecnologías emergentes estén acelerando la transformación hacia una nueva era cultural. No obstante, si carece de una reflexión sobre su sentido, la esencia estructural de las comunidades online puede ser muy parecida a la de cualquier poblado de yanomamis perdido en una amazónica Edad de Piedra. En ambas permanece latente una idea de poder que sólo denota signos de evolución cuando reflexiona sobre sí misma, integra el conocimiento en el procomún y lo socializa verdaderamente”.

¿Pero existe esa socialización de los nuevos lenguajes?

Sí sabemos de ciertas manifestaciones como las de la Fundación Telefónica, que ha apostado por la innovación tecnológica relacionada con el arte como eje central de sus actividades, mostrando un interés especial en el apoyo a los encuentros entre arte, ciencia, tecnología y sociedad. Su certamen Vida se establece como un espacio formal de referencia en el ámbito de la creación artística en el que se convocan proyectos interdisciplinares que investigan tecnologías de vanguardia, en áreas como la robótica, el software art, la vida artificial, la biología computacional y el bioarte, entre otros.
VIDA: ha galardonado en la última década proyectos pioneros que investigan la posición cultural derivada de una situación sin precedentes creada por la nueva realidad científica y tecnológica. El término Vida Artificial aparece en el año 1987 durante la conferencia histórica Artificial Life I albergada en el Laboratorio de Los Álamos de Nuevo México, bajo la dirección del científico Christopher Langton. Desde entonces, la vida artificial surge como una nueva disciplina científica que utiliza medios computacionales para crear simulaciones de vida y de sistemas vivos. Los proyectos de arte y vida artificial ostentan una serie de atributos que se definen esencialmente por mostrar comportamientos dinámicos, evolutivos, reactivos a su entorno y que incorporan en su apariencia física elementos naturales y artificiales, poniendo de relieve aquello que se ha dado a llamar lo vivo y lo no-vivo. La vida artificial se alimenta de diferentes productos culturales: la predominancia del avance tecnológico, las investigaciones científicas a menudo altamente especializadas, y las estrategias artísticas que generan artefactos con relevancia tanto estética como social.
“Lo digital aparece ligado a lo biológico en múltiples manifestaciones y atributos, a través de la unión de la materia viva y la máquina, tal como se cita en el mito del ciborg, en los hallazgos en biología sintética o en la biología de sistemas. La alianza entre wetware (biológico), hardware (robótico) y software (informático) se hace evidente en todas sus variantes, ya sea por medio del cuerpo aumentado, en el diseño de nuevos organismos o en el modelado de sistemas biológicos complejos”, argumenta Mónica Bello Bugallo, directora artística de Vida.

“La contemporaneidad se inscribe en el presente y lo marca, ante todo, como arcaico, y sólo quien percibe en lo más moderno y reciente los indicios y las marcas de lo arcaico puede ser contemporáneo".

Contemporáneo significa: Que existe en la época actual, que pertenece al presente. También se aplica a la persona que existió al mismo tiempo que otra persona o cosa o que pertenece a la misma época que ella. Shakespeare y Cervantes fueron contemporáneos.Góngora fue contemporáneo de Quevedo.

Arcaico significa:
cercano al arké, es decir, al origen.

Adaptación de un artículo de Pura C. Roy.

1 comentario:

echar un remiendu dijo...

Muy interesante a reflexión de que entender la contemporaneidad al final va a asociado a contemplar un mundo oscuro o quizá difuso.
También me parece muy enriquecedora la comparación de que quizá una comunidad online no sea demasiado diferente a una tribu poco socializada. Sí es que lo online te acerca a lo que esta lejos pero te aleja de lo cercano. Gracias

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