Leyendo un libro de hace casi 10 años, de conversaciones con empresarios, me encontré con una interesante entrevista a Elena Benarroch que cuenta cómo fueron sus inicios en el mundo de la peletería, habla de investigar, de no tener miedo a hacer cosas diferentes, a cambiar colores y formas, a arriesgarse a ir a mercados internacionales...
En mi modesta opinión habla de diseño, sin nombrar la palabra diseño, de otro diseño que no es el diseño industrial, pero que al fin y al cabo tiene características similares a las de tiene o debería tener el diseño industrial.
Características como la capacidad de investigar e innovar(ya sea en formas, en colores o en usos), a tener mentes abiertas a otros mercados, habla de tener gran ilusión por aprender y por diferenciarse de su competencia.
Una cosa que Elena Benarroch apuntaba en la entrevista y que también me llamó mucho la atención es que tienen sólo una tienda(aunque distribuya en otras tiendas del mundo)y que ella estaba siempre en la tienda, y que su proceso creativo transcurría también es esa tienda. ¿Qué mejor manera de tener contacto con los usuarios de sus productos que hablando con ellos y vendiéndoles tu misma tus creaciones? Ella apuntaba algo más, apuntaba incluso que muchas veces esos contactos terminaban en profundas amistades.
Queda claro que su triunfo llegó porque tenía las cosas claras, porque sabía que hiciera lo que hiciera tenía que vender, pero creo que a pesar de eso tenía las ideas innovadoras(en el año 79) que hacen que ahora las empresas triunfen: análisis de mercado y de competencia, diferenciación, valor añadido del producto, calidad, segmentación del mercado, capacidad de comunicación de su producto... en fin... el triunfo del empeño, del trabajo y de una idea.
... del libro del que hablaba es "Los elegidos de la Fortuna"
de Marta Robles. Ed. Planeta
jueves, 3 de enero de 2008
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