Hace ya demasiado tiempo que no echábamos remiendos online, la vida nos había llevado a tener que pensar en construir y coser en otros ámbitos pero al fin hemos tenido tiempo para sentarnos delante de un café y tomar rumbo de nuevo en este viaje del mundo de internet.
En estos tiempos en los que desayunamos euribor, comemos concursos de acreedores y cenamos bajada de las tarifas fotovoltaicas (esto último con gran incertidumbre y preocupación) ojeamos a diario la prensa económica con gran voracidad, y lo que más recibo en mi correo electronico son links a periódicos económicos de declaraciones de Solbes o comparecencias de Sebastián.
Pero ya hace algunas semanas descubrí con mucho agrado en el suplemento de los viernes "Fuera de Serie" del períodico económico Expansión que se había sustituido su habitual columna de primera página "Reglas de la Buena Vida", por un espacio dedicado al diseño industrial. La sección "Querido Objeto" prometía, y digo bien prometía ya que la primera publicación de esta sección que me hizo pensar que algo estaba cambiando en la economía para que le hubieran dedicado una columna, la siguiente semana se convirtió en banal y poco rigurosa.
La esperanza de que un periódico de tirada nacional, con lectores variopintos alcanzara a ser riguroso en la columna de diseño se esfumó en una semana y volvió a reflejar justo lo que creo que no es: lujo, exclusividad, capricho... y a olvidar lo que creo que debe ser: coherencia, diferenciación, versatilidad, racionalidad...
Es un paso, no puedo negarlo, cada vez el diseño industrial ocupa más espacio en la prensa, pero me pregunto si los que escriben dichos artículos y referencias, que espero que sean profesionales formados en diseño industrial, son capaces de abstraer la imagen que de éste se da a la mayoría de los lectores.
En fin, quizá la primera contradición sea hablar de diseño industrial en un lugar llamado fuera de serie...
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